miércoles, 10 de abril de 2019

CUENTAMUNDOS 2019, se une al

V CENTENARIO de

LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO.



 

La verdadera historia de la primera vuelta al mundo: así se convirtió Elcano en leyenda
Historia
  
                    'El regreso a Sevilla de Juan Sebastián Elcano', obra de Elías Salaverría (1919).


El quinto centenario del viaje que inició la globalización en 1522 después de enlazar el Océano Atlántico, el Pacífico y el Índico reivindica la figura del marino de Guetaria, quien concluyó la travesía iniciada por el portugués para la Corona española.


«Flacos como jamás hombres estuvieron». Con estas palabras describió Juan Sebastián Elcano el estado de los 17 hombres que junto a él descendieron de la nao Victoria el 6 de septiembre de 1522 en Sanlúcar de Barrameda. Hace exactamente un siglo, el guipuzcoano Elías Salaverría atrapó sobre el lienzo las miradas perdidas de aquellos marineros que, ya en Sevilla, iluminados por la temblorosa luz de unos velones, dejaron atrás las tablas del barco y se dirigieron descalzos hacia la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, en acción de gracias, después de haber «dado la vuelta a toda la redondeza del mundo».
La expresión corresponde de nuevo a Elcano. Como ocurriera en 1919, el año que ahora arranca ofrece la posibilidad de conmemorar una fecha redonda: los 500 años desde que cinco naves bajaran por el Guadalquivir para comenzar un viaje histórico. Tres años después de la botadura fluvial, el espectral conjunto de hombres aludido regresó a España después de circunnavegar la Tierra.

En el contexto de tan importante aniversario, se ha desatado una pequeña tormenta, tan académica como diplomática, al saberse que Portugal ha tratado de obtener, por parte de la Unesco, el reconocimiento de la Ruta Magallanes como Patrimonio de la Humanidad. La iniciativa, en marcha desde hace años, convertiría a Elcano en un mero continuador de un viaje cuyo mérito cabría atribuir a Magallanes, portuense de nación. Según la interpretación portuguesa, la gesta del de Guetaria vendría impulsada por una suerte de inercia debida a Magallanes. Sea como fuere, el desajuste interpretativo ofrece una magnífica oportunidad de regresar a lo ocurrido hace medio milenio.

Insatisfecho con el trato recibido por la corona portuguesa, Fernando de Magallanes, que ya había navegado hasta la India, ofreció sus servicios a Carlos I. El ir y venir de pilotos y navegantes se recortaba sobre el fondo del Tratado de Tordesillas de 1494, que había dividido la esfera terráquea en dos mitades, con las islas de Cabo Verde como referencia fundamental. A 370 leguas al oeste de ese archipiélago se estableció un meridiano de demarcación que dio lugar a una polémica en el Pacífico, a propósito del lado -español o portugués- en el que caían las Molucas.

En un momento en el cual se creía que el diámetro del planeta era inferior al real, era obligado tratar de fijar tan lucrativo enclave. Todo ello determinó que desde España se impulsara una armada que buscaba un fin muy diferente al que ahora se celebra. Las cinco naves tenían como principal misión la búsqueda de un paso natural a través del Nuevo Mundo que acortara el viaje hacia la Especiería. Una vez descubierto el estrecho, las naves capitaneadas por Magallanes debían dirigirse al Maluco, surcando en todo momento aguas españolas.

Si estos eran los principales objetivos, entre los cuales no se hallaba la vuelta al mundo, hay que señalar, en relación a la autoría del proyecto, que fue el poderoso mercader burgalés de origen converso, Cristóbal de Haro, dedicado al negocio de las especias, quien aportó la mayor parte de los 1.592.769 maravedíes que dieron viabilidad al viaje de un Magallanes que era ya súbdito del rey Carlos. Fue el monarca español quien el 22 de marzo de 1518 firmó en Valladolid unas capitulaciones muy favorables a Fernando de Magallanes, que recibió los títulos de capitán general de la expedición, adelantado y gobernador de las tierras que descubriera.

PORTUGAL, POR LA VÍA DIPLOMÁTICA PRIMERO, Y POR OTRAS DESPUÉS, TRATÓ DE ABORTAR LA PARTIDA DE LOS BARCOS 

Haro no estaba solo, pues contó con el apoyo de los Welser y del poderoso Fonseca, obispo de Burgos. Por otro lado, aunque había tenido grandes intereses comerciales en Lisboa, el hundimiento de una flota dedicada al tráfico de esclavos negros por parte del portugués Lusarte había provocado su hostilidad hacia el reino vecino. Si estos fueron los fines y los principales apoyos financieros del proyecto, en lo que respecta a la composición de la tripulación de las naves, las proporciones vuelven a decantarse claramente hacia el lado español, que aportó dos tercios del total de hombres. Apenas 24 portugueses subieron a los barcos dentro de un total aproximado de 250 marineros.

Pese a la cuidada preparación y la nitidez del plan que había de seguirse, la flota, en la que Elcano se integró como contramaestre de la Concepción, encontró dificultades incluso antes de soltar amarras, lo cual demuestra hasta qué punto las dudas en relación al diámetro de la Tierra afectaban tanto a portugueses como a españoles. Prueba de ello es el hecho de que, ante la posibilidad de que las Molucas cayeran dentro de la demarcación española establecida en Tordesillas, los portugueses, por la vía diplomática primero y por otras más expeditivas después, trataron de abortar la partida de los barcos.

Tras dejar atrás la península, Magallanes hizo escala en enclaves que consideraba situados dentro del lado español. Entre ellos estaba el Río de la Plata, ya descubierto por Juan Díaz de Solís mientras buscaba el anhelado paso hacia el Pacífico. La condición fluvial de esas aguas obligaba a seguir hacia el sur, hacia un rumbo tan desconocido como gélido.

Ante la prolongada estancia en Puerto de San Julián, no tardó en urdirse un complot en el que participaron tanto españoles como portugueses. El 7 de abril de 1520 Gaspar de Quesada, capitán de la Concepción, fue decapitado y descuartizado, mientras Juan de Cartagena y el fraile Pedro Sánchez Reina quedaron desterrados en una isla en la que hallaron su final. Superadas innumerables dificultades, el estrecho ante el que se abría la Mar del Sur, apareció por fin.

En medio de la inmensidad oceánica descubierta por Núñez de Balboa, la flota, con la excepción de la San Antonio, que regresó a España y de la Santiago, que naufragó, alcanzó la que llamaron Isla de los Ladrones, hoy Guam. Esta escala fue la primera de una larga serie en la que Magallanes trabó relaciones con los reyes locales e intentó implantar el cristianismo. En Mactán, una lanza segó la vida del almirante, al que sucedió el débil Lopes Carvalho.

Ante la inoperancia de Lopes, Gonzalo Gómez de Espinosa tomó el mando y Juan Sebastián Elcano la capitanía de la Victoria. Ambos decidieron dirigirse a Tidore, donde reinaba un musulmán que llamaron Almanzor, para obtener especias. Estando allí, el portugués Pedro Alfonso de Lorosa alertó del riesgo que corrían por la cercanía de una factoría establecida por sus compatriotas. Era necesario abandonar Tidore y fue entonces cuando se produjo un giro trascendental.

Con las naves cargadas de clavo y dispuestas para zarpar, se detectó una vía de agua en la Trinidad. Los trabajos de reparación y carenado llevarían mucho tiempo, por lo que la Victoria partió, pero no hacia el Darién dominado por los españoles, sino en una dirección opuesta, hacia la demarcación portuguesa. Empujada por los vientos que soplaban en aquella dirección, la nave pilotada por Elcano puso su proa hacia España abriéndose paso entre los mares portugueses.

Una vez reparada, la Trinidad trató sin éxito de cruzar el Pacífico. Los vientos desfavorables y una recia tempestad le impidieron seguir la corriente de Kuro Siwo que en 1565 sirvió a Andrés de Urdaneta para establecer el camino de regreso de Asia a América, el llamado Tornaviaje, que permitió la puesta en marcha del Galeón de Manila con el que Oriente, Nueva España mediante, estableció un crucial nexo comercial con Europa. Después de navegar durante meses, la Trinidad, en su regreso a las Molucas, cayó en manos portuguesas, en las que sus escasos supervivientes permanecieron cautivos durante años.

Por su parte, la Victoria, capitaneada por Elcano, navegó durante meses sin tocar tierra hasta remontar el cabo de Buena Esperanza. Cuenta Pigafetta que aquellos hombres se movieron más por el honor que por la vida, con un único objetivo: volver a su patria. Por el camino, muchos encontraron en el mar su última morada. Desesperados, atacados por el hambre y las enfermedades, decidieron tocar las islas de Cabo Verde, haciéndose pasar por viajeros que regresaban de América. Fue allí donde tuvieron constancia de la realidad de su vuelta completa a la Tierra, al observar que mientras ellos creían hallarse en el día 9 de julio de 1522, los portugueses decían vivir un día más tarde. Un par de meses después, los supervivientes celebraron en Sevilla la procesión que encabeza nuestro escrito.

Hecha esta sucinta descripción de tan prodigiosos hechos, el factor portugués queda ajustado a sus justos y minoritarios términos. La empresa tuvo el inequívoco sello español, pero fueron las complejas circunstancias que la envolvieron, las que propiciaron una decisión, la de Elcano y sus compañeros, con la que aquellos hombres, como tantos otros de su tiempo, buscaron alcanzar la fama. El lema concedido por Carlos I al de Guetaria: Primus circumdedisti me -El primero que me circundaste-, no deja lugar a dudas de quién abrió aquella ruta circular, por más que 500 años más tarde, en los tiempos del consenso y el diálogo, una iniciativa conjunta, nombrada con el término geográfico «Península Ibérica», trate de repartir, democráticamente, los méritos de aquel viaje que Portugal trató en vano de impedir.

Iván Vélez es el autor de Sobre la leyenda negra y El mito de Cortés, ambos publicados por la editorial Encuentro.

La candidatura en la Unesco, el último encontronazo
POR JOSÉ MARÍA ROBLES

La autorizó Carlos I, la financió un mercader de Burgos, salió y concluyó en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y la mayoría de los marineros que la protagonizaron habían nacido aquí. Existen pocas dudas de la participación de España en la primera vuelta al mundo. Y sin embargo, su papel ha estado a punto de ser reducido a la irrelevancia en el quinto centenario de la circunnavegación de la Tierra, después de que Portugal la reclamara como gesta propia en su candidatura a Patrimonio de la Humanidad. Sólo una mínima cita al marinero vasco Juan Sebastián Elcano en los documentos oficiales presentados en 2017 por Lisboa a la Unesco dejaba entrever, casi de forma anecdótica, que aquella empresa no fue sólo lusa.

La polémica por el copyright de la expedición Magallanes-Elcano ha estado a punto de convertir un relato de aventuras en otro de piratas. El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, compareció el pasado miércoles junto a su homólogo portugués para anunciar que la candidatura se planteará finalmente como un reconocimiento patrimonial conjunto.
«Espero que queden disipadas todas las dudas o especulaciones de descoordinación, porque vamos a ir de la mano a todas partes», señaló entonces Borrell sobre las críticas contra el Ejecutivo por su pasividad en la reivindicación del episodio.

El jefe de la diplomacia española presentó la iniciativa como «un tributo de la Península Ibérica» y confirmó que España y Portugal conmemorarán a la par el aniversario. Y la intención es que al programa de actividades se sumen más países en los que la tripulación tocó tierra, como Filipinas, Argentina y Chile.

Dicha vocación internacional contrasta con el intento de apropiación portuguesa de una hazaña cuya importancia es, sobre todo, simbólica: abrió una nueva ruta marítima y, de alguna manera, inauguró la era globalizada.

Como Cristóbal Colón, Magallanes acudió a la Corona española en busca de fondos o prebendas tras no conseguir ni lo uno ni lo otro en su propio país. ¿Cuándo comenzó Portugal a desespañolizar la travesía de su navegante más ilustre? Su candidatura echó a andar en 2015, impulsada por el alcalde de la vila natal de Magallanes (Sabrosa). Dos años más tarde, fue incluida en la Lista Indicativa de la Unesco, una relación previa que cada país elabora con sus candidatos a ser declarados Patrimonio de la Humanidad. Y el año pasado, la comisión creada a propósito del festejo aún insistía en su primera nota de prensa en obviar la 
aportación del vecino.

El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, quiso mediar la semana pasada al declarar que «sería un error» que ambos países «se empeñaran en viejas nostalgias imperialistas». Papel ha contactado con la Comisión Nacional para la conmemoración del V Centenario de la expedición de la primera vuelta al mundo de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano, y los ministerios de Exteriores y Cultura para preguntar qué ha llevado al Gobierno a rectificar su posición con respecto a este tema, pero no ha recibido respuesta.

La epopeya de la flota comandada primero por Magallanes y luego por Elcano comenzó el 20 de septiembre de 1519 y concluyó el 6 de septiembre de 1522. Lo curioso es que en ese tiempo a bordo de la carabela y las cuatro naos que zarparon lo de menos pareció ser la nacionalidad. A Sanlúcar de Barrameda arribaron Elcano y 17 héroes más: cuatro griegos, dos italianos, un alemán, un portugués y nueve españoles. Pero fue una única masa de hombres la que desafió a los mares más bravos del planeta para tocar la gloria.

      Fuente: Periódico El Mundo: I VÁN VÉLEZ - 29 ENE. 2019 

martes, 10 de julio de 2018

Forges... no se olvidó de los niños



FORGES… No se olvidó de los niños


CUENTAMUNDOS 2018


Este año 2018 hemos perdido a uno de los grandes genios de nuestra época. Antonio Fraguas “Forges”. A través de sus viñetas, de su humor, nos hizo darnos cuenta de lo que realmente es importante en la vida.
Forges no se olvidó de los niños y por ese motivo hemos querido rendirle un pequeño homenaje. Este blog educativo tiene como protagonistas las historias y como destinatarios los niños, sus familias, sus profes…
Forges, gracias porque nos has enseñado el valor de los padres, la familia, los cuentos…












Forges su vida y su obra.


En 2018 despedimos, con un sentido hasta siempre, de Antonio Fraguas, nuestro genial FORGES. Nació en Madrid, en 1942. Publicó su primer dibujo en 1964 en el diario “Pueblo” y luego pasó a “Informaciones”. A partir de 1970 trabajó en las revistas de humor “Hermano Lobo”, “Por favor” y “El Jueves”, y en los semanarios “Sábado Gráfico”, “Interviú”, “Diez Minutos”, “Lecturas”, etc. Tras su paso por “Diario 16” y posteriormente por “El Mundo”, diario del que fue uno de sus siete fundadores, en 1995 pasó a firmar el chiste editorial de “El País”.

Merecedor de gran cantidad de reconocimientos, también ha realizado numerosas incursiones en espacios de radio y televisión, ha participado en exposiciones y campañas institucionales y privadas y es autor de un gran número de libros de ilustraciones.

como botón de muestra les presentamos algunos de sus títulos dentro de su amplísima bibliografía.




 El libro (de los 50 años) de Forges


Una joya es una pieza de alto valor hecha por las manos de un experimentado artesano que ha sabido aunar en su trabajo talento, sabiduría y un toque de magia.






Coloréitor.

El libro antiestrés de Forges


«Coloréitor  nos ofrece un remedio novedoso y muy eficaz contra el estrés que acumulamos a lo largo del día. Para conseguirlo, Forges utiliza la capacidad de los seres humanos, tan natural como maravillosa, de crear y expresar a través de dibujos y colores imágenes de lo tangible y lo invisible».




Lo más de la Historia de Aquí


«En 1980, Antonio Fraguas, Forges, el humorista gráfico español más célebre de todos los tiempos, emprendió el ambicioso proyecto de recoger en sus viñetas acompañadas de breves textos la crónica del pasado español. De su magistral pluma, han salido el retrato de los personajes principales de aquella historia, los escenarios de los episodios más relevantes y los detalles de ese relato ibérico que ha sido regocijo de todos sus seguidores, en un proyecto que, bajo el título de Lo más de la Historia de Aquí, se desarrolla en tres tomos.



 Lo más 
 de la Historia de Aquí 3

Desde Atapuerca llegamos a Fefe Botesha y nos adentramos después en la Edad Forgesporánea, que dimos por concluida con la muerte de Franco. En las páginas de esta tercera entrega de Lo más de la Historia de Aquí emprendemos el recorrido a través de un periodo que se inició con una lenta transición y en el que aún nos encontramos. Antonio Fraguas, Forges, concluye ahora una obra concebida a modo de compendio humorístico de la historia patria. 


EL MONSTRUO DE FRANKENSTEIN
(HORREIBOLS AND TERRIFICS BOOKS)

AZPIRI / FORGES
¡Una versión irrepetible del clásico de Mary Shelley! De nuevo Forges y Azpiri en una colección que hará historia. Segundo título de esta colección, basado en la historia clásica de Mary Shelley. Una sorprendente creación fruto de la colaboración de estos dos grandes autores, en la que Azpiri se encarga de realizar los fondos, escenas y situaciones de cada historia y Forges dibuja al protagonista, además de encargarse de toda la rotulación de textos, con su característico e inconfundible tipo de letra.


Elemental, queridos humanos
Forges / Algaba Suárez, Milagros / Arsuaga, Juan Luis
La Tierra es un planeta con una larga historia al que le ocurrió, hace miles de millones de años, algo excepcional: le nació la vida. Desde entonces, la actividad de los distintos organismos ha ido creando las condiciones ambientales en las que nosotros, la especie Homo sapiens, vinimos al mundo. Unos recién llegados que, como el resto de los seres vivos, dejamos nuestra huella.


La posguerra vista por una particular y su marido
Garrido Cendoya, Pilar / Forges
Pilar Garrido parte de sus propios recuerdos para hacer un recorrido por la posguerra española, con la intención de entretener al público y con la ayuda de los dibujos de Forges, darle un toque de humor a una infancia dura, que fue la de muchos españoles. Desde los domingos en misa, hasta los juegos infantiles, pasando por las tardes en casa tomando el té o la visita de Carmencita Martínez                Bordiú al colegio, la autora ha logrado hacer un auténtico libro de historia cotidiana, ilustrado magistralmente por el genial Forges. Ésta es la microhistoria de los años que siguieron a la guerra civil, sin amargura ni sesgo alguno y sí con humor y cierta nostalgia de un tiempo a pesar de ser pobre y gris.


Drácula
(Horreibols and Terrifics Books)
Azpiri / Forges
Ediciones B inaugura con Drácula un impresionante hito en el cómic español, una colección única e irrepetible de dos grandes genios de nuestro cómic: Antonio Forges y Alfonso Azpiriz.


OTROS TÍTULOS

Estado cañí

Números pares, impares e idiotas

Tú y tu molesto coche

La guerra incivil

Tú y tu constante bricolage

Médicos 1

Vacaciones

Forges I

Forges E

1978-1982, la Constitución y la transición

Forges D

Forges F

Educar contra Auschwitz

Los fantasmas de Europaville  (El fantasma de Canterville), (Horreibols and Terrifics Books)

Los veintenta

Del guateque al altar

La Codorniz de Enrique Herreros

La Constitución

Tú y tu protección

Tú y tus simpáticas amistades

Forges, n. 2

Tú y tu bizarra alimentación

Tú y tus excelsos peores trances

Tú y tus azarosos viajes

Tú y tu búsqueda del "yo"

Tú y tu anhelada nueva casa

Tú y tu inseparable pareja

LOS Historiciclos de Forges

Los forrenta años.

Forges n. 4

Tú y tus inevitables fiestas

Los manuales de Crisp y Son

¿Qué le pasa doctor?

Tú y tus selectas aficiones

Franco

Tu historia de hoy

la Constitución (Fascículos)

1939-1978, la posguerra, el franquismo y hacia la libertad

La guerra civil

El libro de Forges




y otros muchos títulos  mássssss…


Agradecimientos

Gracias a la familia de forges que ha autorizado expresamente la publicación de esta entrada en este blog.

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