El equipo
de profesoras de Innovación y Compensación Educativa
OS DESEAMOS Feliz Navidad, y queremos hacer nuestro el mensaje de Mafalda para el año nuevo.
Les deseamos a todas las buenas
personas que conocemos que el próximo año tengan toda la fuerza y den lo mejor
de sí mismos, sin importarles que les recompensen sus esfuerzos para trabajar
por un mundo mejor, en el que la paz sea posible, con justicia y equidad y en
el que sobrevivan las utopías, aunque parezcan (y sean) imposibles.
PARA LOS PADRES
Os dejamos esta carta para que la meditéis...
Carta a la Ilusión
Te necesitamos,
dicen que eres una esperanza sin fundamento, que no eres real ni tangible.
-¿Como pueden decir esas cosas de ti?
Yo te necesito en mi vida.
Mi única realidad es, que sin ti muero, se ha marchitado el jardín de mi vida, donde muchos jugaban y admiraban la belleza y aromas de distintas flores que yo misma plantaba con amor y contigo, siempre juntas y ahora.., está cerrado mi jardín, a cal y canto, sombrío, frío, muerto. Nadie se acerca a jugar, no hay nada que ver, nada que admirar.
Espero que vengas pronto a visitarme, para ir de tu mano donde me quieras llevar, da igual que me equivoque, que fracase, da igual! yo te necesito de mi mano, para que tires de mí.
Tenemos que volver a plantar ese jardín de lo más bonito, quiero que brote : plantas, flores, frutos de lo más bellos, salvajes, exóticos y coloridos jamás vistos.
Por favor,
¡Vuelve conmigo!
Confianza ciega es lo que te tengo, porque has sido la única capaz de levantarme por las mañanas y obviar lo imposible. Pero no se donde te he guardado, no se donde te has ido.
¿Que hice mal?
-¿donde estas?
-¡Quiero recuperarte!
-¡Te necesito!
Te escribiré poemas donde serás mi musa ,
dibujaré cada letra de tu nombre con los colores
más vivos y luminosos, no quiero que pases nunca
desapercibida por mi vida, no quiero que te
escondas de mí, yo te necesito.
Cántame, susúrrame al oído como sólo tú sabes, esa música celestial que me ponía en marcha todos los días,
que me hacía invencible, segura de mi misma,
Capaz de danzar cualquier pieza de la vida
por dura y difícil que fuera
¿Recuerdas? cuando éramos inseparables, ¡que bien lo pasábamos! diseñabas esos trajes de fiesta para mí, brillantes, resplandecientes, llenos de luz, de color,de alegría, de pasión.
Rod y Tod. Así se llamaban los 2 afortunados niños que fueron elegidos para ir a ver al mismísimo Santa Claus en el Polo Norte.
Un mágico trineo fue a recogerlos a las puertas de sus casas, y volaron por las nubes entre música y piruetas. Todo lo que encontraron era magnífico, ni en sus mejores sueños lo habrían imaginado, y esperaban con ilusión ver al adorable señor de rojo que llevaba años repartiéndoles regalos cada Navidad.
Cuando llegó el momento, les hicieron pasar a una grandísima sala, donde quedaron solos. El salón se encontraba oscuro y vacío: sólo una gran mesa a su espalda, y un gran sillón al frente.
Los duendes les avisaron:
- Santa Claus está muy ocupado. Sólo podréis verlo unos segunditos, así que aprovechadlos bien.
Esperaron largo rato, en silencio, pensando qué decir. Pero todo se les olvidó cuando la sala se llenó de luces y colores.
Santa Claus apareció sobre el gran sillón, y al tiempo que aparecía, la gran mesa se llenaba con todos los juguetes que siempre habían deseado..
¡Qué emocionante!
Mientras Tod corría a abrazar a Santa Claus,
Rod se giró hacia aquella bicicleta con la que tanto había soñado.
Sólo fueron unos segundos, los justos para que Tod dijera "gracias", y llegara a sentirse el niño más feliz del mundo...
y para que Santa Claus desapareciera antes de que Rod llegara siquiera a mirarle.
Entonces sintió que había desperdiciado su gran suerte, y lo había hecho mirando los juguetes que había visto en la tienda una y otra vez. Lloró y protestó pidiendo que volviera, pero al igual que Tod, en unas pocas horas ya estaba de regreso en casa.
Desde aquel día, cada vez que veía un juguete, sentía primero la ilusión del regalo, pero al momento se daba la vuelta para ver qué otra cosa importante estaba dejando de ver.
Y así, descubrió los ojos tristes de quienes estaban solos, la pobreza de niños cuyo mejor regalo sería un trozo de pan, o las prisas de muchos otros que llevaban años sin recibir un abrazo u oír un "te quiero".
Y al contrario que aquel día en el Polo Norte, en que no había sabido elegir, aprendió a caminar en la dirección correcta, ayudando a los que no tenían nada, dando amor a los que casi nunca lo tuvieron, y poniendo sonrisas en las vidas más desdichadas.
Él solo llegó a cambiar el ambiente de su ciudad, y no había nadie que no lo conociera ni le estuviera agradecido.
Y una Navidad, mientras dormía,
sintió que alguien le rozaba la pierna y abrió los ojos. Al momento reconoció las barbas blancas y el traje rojo, y lo rodeó con un gran abrazo. Así estuvo un ratito, hasta que Rod dijo con un hilillo de voz acompañado por lágrimas.
- Perdóname. No supe escoger lo más importante.
Pero Santa Claus, con una sonrisa, respondió:
- Olvida eso. Hoy era yo quien tenía que elegir, y he preferido pasar un rato con el niño más bueno del mundo, antes que dejarte en la chimenea la montaña de regalos que te habías ganado ¡Gracias!
A la mañana siguiente, no hubo ningún regalo en la chimenea de Rod.
Aquella Navidad, el regalo había sido tan grande,
que sólo cabía en su enorme corazón.
PARA TODOS
miércoles, 19 de diciembre de 2012
LA ILUSIÓN
Tener alguna ilusión en la vida
es como ver una estrella efímera
en una noche sombría.
Podemos optar por observarla o ignorarla...
sin tener en cuenta, que en esa opción...
determinamos nuestro hado.
Es preferible tener una ilusión,
a tener una infelicidad,
porque nos insufla entusiasmo
y ese ímpetu es una motivación muy eficaz.
Y si la tenemos nos puede ayudar
a liberarnos de las obligaciones
de nuestra existencia y también
a suplir las pruebas con tribulaciones.
Nuestras ilusiones y alegrías
no tienen un valor material,
todos podemos y deberíamos tenerlas
porque es un gran aliciente más
en nuestra expresión.
martes, 18 de diciembre de 2012
Estimados amigos de nuestro blog,
GRACIAS por seguirnos y animarnos a continuar.
Ya estamos preparándonos para un nuevo encuentro en el mes de enero
Queridos amigos de nuestro blog,
GRACIAS por las 2.816 visitas que habéis realizado.
GRACIAS por habernos animado a continuar con este trabajo que iniciamos en el mes de febrero.
Después del verano volveremos.
Un nuevo curso, un nuevo nombre
CUENTAMUNDOS
Pero el mismo espíritu de inundar a todos de los valores positivos que se transmiten a través de los cuentos.
En estas palabras se concede valor a la capacidad de diferenciarse, de ser creativos, en definitiva, de ver las cosas desde un punto de vista diferente; en una época en la que se ha de replantear un poco todo y en el que casi todo el mundo parece estar un tanto agobiado pensando en qué puede cambiar para mejorar y sobrellevar los momentos difíciles que estamos viviendo.
Cambiar las cosas no es trivial, y por tanto no es fácil, porque solo algunos consiguen el éxito, cejando muchos en el intento.
Por tanto, el contar con una persona imaginativa, puede ayudarnos a detectar la necesidad de cambiar ciertas cosas o simplemente a apreciar los problemas desde un punto de vista diferente.
La imaginación es aquella facultad que nos permite representar en nuestras mentes las imágenes de las cosas tanto reales como de las ideales. La imaginación consiste en un ejercicio de abstracción de la realidad actual y en ese supuesto es donde mayormente se darán las soluciones a necesidades, deseos, preferencias, entre otras cuestiones. Las soluciones serán más o menos realistas de acuerdo a las posibilidades que tiene aquello imaginado de ser real o razonable.
Si aquello imaginado es fácilmente asequible, entonces, se llamará inferencia, pero si por el contrario no lo es, se denominará una fantasía.
La imaginación, cumple un rol fundamental y determinante en la comprensión de la vida. Podemos entender y comprender objetos, relaciones y sacar más o menos un juicio de valor aproximado y si no tuviésemos esa posibilidad, decididamente se nos haría más cuesta arriba actuar en la vida.
Imaginar es percibir mentalmente, tener una idea sobre algo que no está presente realmente. O sea, cuando imaginamos transcendemos la experiencia con sus datos y hechos. La imaginación permite a la mente un estado de apertura que genera fluidez, flexibilidad y ampliación de la capacidad creativa.
La imaginación deforma, reforma y transforma las imágenes percibidas. Los sueños (dormidos o despiertos), los cuentos, las leyendas, los mitos, el arte, los juegos tradicionales con sus símbolos y ritos son hijos del imaginario colectivo.
La “identidad cultural” es una expresión de un imaginario social compartido por un determinado grupo.
Kant, Hegel o Sartrevieron la imaginación como creadora y constructiva,
* La imaginación se apoya en la experiencia, o sea construye siempre con elementos tomados del mundo real.
* La experiencia se apoya en la imaginación, o sea nuestra imaginación ayuda en el conocimiento de la realidad.
* Los sentimientos influyen en la imaginación y la imaginación influye en los sentimientos.
* Hay una lógica interna en la imaginación. No es que la imaginación sea contraria a la lógica, sino que hay una lógica imaginativa que constituye su fuerza y su verdad desde su interioridad.
Hay distintas formas de imaginar:fantasear, concebir, inventar…
Todas ayudan al perfeccionamiento del pensamiento creativo; algunas pueden colaborar en la mejoría de la realidad concreta y, en cambio, otras pueden servir sólo como válvula de escape. Concebir puede darse en cualquiera de esas direcciones, porque implica creación y elaboración de algo. Fantasear es un acto que nos mantiene en el mundo imaginario, mientras inventar puede tanto mantenernos en ese mundo como conducirnos a la vida concreta.
Los niños necesitan distintas actividades de percepción de sí mismos y en general la educación infantil ya se encarga de hacerlo. Pero… la expresión “proyección del yo ideal” suena demasiado para niños tan pequeños, por lo tanto hay que adecuar lo que se está diciendo a lo que se puede lograr con ellos. Se trata de estimularlos a descubrir “quiénes son”, mientras aprenden a preguntarse “quiénes quieren ser”. Por ejemplo: si se ven a sí mismos muy “movidos”, la cuestión es ayudarlos a ver si les gusta ser así y si quieren seguir siendo así. Pero no se trata de forzar nada, sino de matizar la percepción de uno mismo con esta importante actitud de imaginación ética que es la proyección del yo ideal.
A través de los juegos y las actividades lúdicaslos niños podrán experimentar esa autopercepción y proyección de la que hablamos. Hay que recordar que en la etapa infantil se automatizan hábitos, lo que significa repetir actividades, que en este caso serán de autopercepción, autoconocimiento y proyección (imaginación del yo que les gustaría ser). Trabajar con esta actitud ética como un hábito a ser formado es muy importante.
¡Ojalá cada adulto de hoy hubiera podido tener como hábito, desde niño la autopercepción, el autoconocimiento y la proyección de sí mismo!
Soñar futuros posibles y proyectar un mundo ideal es una importante actitud de imaginación ética en lo que a la relación con el otro y con el entorno se refiere.
Se trata de no aceptar las incoherencias y las injusticias de la sociedad como una realidad inmutable. Imaginar futuros posibles es un ejercicio de la libertad humana que ayuda en la creación del mundo.
Carl Sagan nos ayuda a relativizar el valor de la imaginación que por su característica intrínseca muchas veces nos guiará por caminosilusorios y por la especulación de mundos que solamente podrán tener su existencia en la propia imaginación. Pero sin ella perdemos esa apertura mental necesaria para seguir buscando y abriendo caminos mentales y reales. Sin ella nos oxidamos y volvemos el mundo más rígido de lo que necesita ser, mientras perdemos nuestra flexibilidad y nuestra fluidez para seguir creando mundos posibles.
Paulo Coelho afirmó “Cada quien vive en el mundo que es capaz de imaginar”.
La complejidad del siglo XXI pide que nuestros niños imaginen mejores mundos posibles, a la vez que necesita que mantengamos viva nuestra capacidad de CREAR MUNDOS.
Para los padres
Os proponemosuna serie de actividades que podéis realizar con vuestros hijos este verano y que favorecen eldesarrollo de La Imaginación
1. Utilizar preguntas que el niño responda de forma variada y que después dibuje de diferentes formas: -Si fueras mariposa ¿Qué colores te gustaría que tuvieran las alas? -Si solo existiera en el mundo …. (cualquier objeto cercano a su entorno) ¿Cómo serían? -Si te regalan una maquina que hace regalos ¿Cuáles de ellos escogerías? 2.Leer con ellos diferentes cuentos niños y pedirles luego que dibujen lo que quieran sobre él. 3. Dar frases para que el niño pueda hacer volar la imaginación, donde pueda crear y plasmar deseos que puedan ocurrírsele y que solo la fantasía y la imaginación logran hacerlo realidad:
-Esta varita mágica te concederá el deseo más grande de tu vida. ¿Cúal? - Si pudieras irte de viaje a un sitio en el que nunca has estado, como sería ese sitio, cómo podrías hacer amigos, qué 3 cosas te llevarías… - ¿Cúal es el mejor pensamiento que has tenido? 4. Dar diversos materiales para que el niño pueda experimentar las diferentes sensaciones que cada uno produce y donde puede observar, además los resultados que le brinda cada uno: Dejarles trabajar en diferentes ocasiones con pintura, masa hecha con harina y agua, arcilla, barro… dejarles que hagan un trabajo artístico sin miedo a que se manchen o pringuen.
5. Suministrar al niño una hoja que tenga una línea, un punto o un detalle pintado que no signifique nada, pero que partiendo de ahí, el niño pueda inventar o crear un dibujo o una historia. -Presentarle una hoja con varios puntos pintados y decirle: A esta hoja le cayó pintura ¿Qué podrías dibujar en ella? -Esta es una niña y esta llorando ¿Qué podría haberle pasado dibuja lo que pienses? 6. Dar frases o ideas que lleven al niño a imaginarse toda clase de cosas y sobre todo, que a partir de ellas se ingenie mil ideas. -Estás en la selva y te pierdes ¿Qué harías? -Si vivieras dentro de una caja (botella, canoa, nido de pájaro...) qu harías.
Para los niños más pequeños
El artesano Serafín
El artesano Serafín puso un enorme cartel frente a su nido, que decía: "ARQUITECTO SERAFÍN", construye su casa a la medida. Enseguida corrió la noticia entre todos los habitantes del bosque y sus alrededores. Emilia, la nutria que vivía junto al río, fue la primera en encargarle una casa nueva porque ya estaba cansada de que se le inundara la suya cada vez que crecía el río. Y por eso le pidió a Serafín que le construyese otra mejor. Serafín, que era un gran arquitecto, se puso a trabajar: primero hizo muchos cálculos, después los planos y por último, ¡una casa junto al agua y a prueba de inundaciones! Emilia estaba requetecontenta con su nuevo hogar: era de madera, sobre cuatro patas y con una escalera. Claro, con una vivienda tan alta, por más que creciese el río, ¡nunca podría alcanzarla! También el puma Matías quiso una casa mejor porque, durante el invierno, la cueva donde vivía era muy fría y húmeda. Entonces Serafín le construyó una cabaña de lujo, al pie de las sierras, con paredes de piedra, resistentes a cualquier tormenta y una estufa de leña con una chimenea, para que las noches de invierno no fueran tan frías. Matías podría dormir tranquilo, aunque cayera mucha nieve. Y Serafín se hizo tan, pero tan famoso, que un día recibió una carta nada menos que, ¡del Polo Norte! Carolina la foca, le encargaba una casa. Esta vez, el artesano tuvo que consultar un enorme libro, muy morrocotudo, para saber cómo se edificaban las viviendas en lugares tan, pero tan requetefríos como el Polo. Por suerte, la explicación era clara: tenían forma redonda, se hacían con bloques de hielo y se llamaban "iglúes". A Serafín le parecía muy extraño. Él había trabajado con ladrillos, piedras, madera y también adobe, como en su nido, ¡pero nunca con hielo! A pesar de todo, puso manos a la obra y construyó un bonito "iglú", igualito al de la foto que mostraba el libro importante y morrocotudo. También fabricó un cajón de madera muy grande para meterlo dentro y enviar el iglú al Polo Norte. Los amigos de Serafín lo acompañaron al puerto y todos juntos despacharon el gran cajón, con una etiqueta que decía: Sra. Carolina la Foca; de parte de Serafín, el artesano arquitecto. El viaje fue muuuy largo y el barco pasó por lugares donde hacía muuucho calor. Y fue por ahí donde el iglú se derritió... y el agua se escurrió entre las maderas del cajón... y el cajón... ¡quedó vacío! Por, eso, cuando Carolina la foca recibió el cajón vacío, exclamó entusiasmada: -¡Pero qué moderno! ¡Un iglú cuadrado y de madera! -y muy contenta se instaló dentro. Todos los pingüinos y focas del Polo, fueron a admirar el raro iglú "último modelo" de la foca Carolina.
Para los no tan pequeños
Un toque de imaginación, magia, realidad, ficción... pero siempre: con MUCHO SENTIDO DEL HUMOR
Es un valor fundamental en la vida para obtener un resultado concreto; siempre es gratificante iniciar un proyecto, existe una gran ilusión, sueños y esperanzas. Ese proyecto puede ser iniciar un nuevo ciclo escolar donde comenzarán resistencias y problemas.
En esta nueva experiencia conoceremos personas que no nos agradan, o las exigencias podrán ser agotadoras; entonces necesitamos tener la perseverancia bien asimilada para no ser derrotados y tener la satisfacción de haber luchado por llevar a cabo las actividades necesarias para alcanzar lo que nos propusimos.
Con la perseverancia se obtiene la fortaleza y esto nos permite no dejarnos llevar por lo fácil y lo cómodo. Cuando hablamos de este valor, valdría la pena tomar un papel y ver nuestros propósitos para revisar si los estamos cumpliendo. Por otro lado, a veces no conocemos realmente a fondo nuestras capacidades para poder establecer objetivos que realmente podamos alcanzar.
Cualquier meta que emprendamos, debe de estar acompañada de los medios que vamos a utilizar para conseguirla, y pensar qué nos hace falta para alcanzarla.
Estas herramientas son nuestras habilidades, posibilidades y conocimientos, y pensar cómo aplicarlas. La perseverancia requiere sentido común y pensar que tal vez no lo logremos de inmediato; sin embargo es importante volverlo a intentar, porque la perseverancia brinda estabilidad, confianza y es un signo de que estamos madurando o tomando conciencia de nuestra responsabilidad ante las cosas. Necesitamos estar preparados para enfrentar los retos que el mundo actual presente, con un compromiso pleno y decidido para cumplir con nuestra vocación con entrega y espíritu de servicio.
PARA LOS PADRES
Podemos desarrollar la perseverancia si…SOMOS CAPACES DE INCULCAR EN NUESTROS HIJOS:
* Ser constantes en sus actividades y prevemos los obstáculos.
* Tener firmeza en las dificultades y ser constantes en la búsqueda del bien.
* Enfrentar los retos sin miedo, con un compromiso pleno y decidido para cumplir con nuestro proyecto, sea lo que sea.
* Aprender a valernos por nosotros mismos y trabajamos con empeño para alcanzar nuestras metas.
* Ser conscientes que debemos aprender a responder por nosotros.
* Ser capaces de transformar nuestros sueños, darles vida y luchar para convertirlos en realidad.
Tal vez esta sea la palabra clave para terminar bien los estudios o aquel trabajo que tenemos pendiente..., y un sin fin de actividades.
No olvidar nunca que:
el que persevera alcanza
PARA LOS NIÑOS:
Además de escuchar e imitar a tus padres y profesores, tú también puedes hacer muchas cosas:
Si tu habitación o espacio de trabajo están desordenados no intentes arreglar todo de una sola vez. Divídelos en zonas y ve arreglando una cada día.
Si deseas comprar algún objeto piensa que el ahorro y la perseverancia van de la mano. Junta dinero poco a poco hasta que sea suficiente.
Inicia alguna práctica deportiva con un plan de progreso. Por ejemplo, la primera semana puedes correr cinco minutos, la segunda diez, la tercera quince…
Aprende a esforzarte en el sentido correcto. La perseverancia rinde frutos sólo cuando el objetivo que te planteas es realizable.
Y AHORA un cuento:
Hemos elegido esta leyenda que podrás encontrar en libros que se refieren a la Historia de Escocia. ¡Lo que se aprende de una pequeña araña!
LA SÉPTIMA CARRERA
Escocia tuvo un rey llamado Roberto. Su reino estaba amenazado por Inglaterra, cuyo monarca había enviado a un ejército para apropiarse de sus tierras. Los escoceses ya estaban cansados y el reino poco a poco caía en la pobreza.
Roberto quería hacer la paz, pero tomar las armas le parecía inadecuado. Así que un día envió un emisario a la corte del rey enemigo para proponerle que resolvieran todo mediante una competencia de caballos. Si Roberto ganaba, los invasores se irían de sus tierras. Si Roberto perdía, se las entregaría.
La carrera se llevó a cabo. Roberto perdió, pero le pidió una nueva oportunidad al enemigo. —Piensa que mi patria está en juego —dijo al otro rey. Seguro de que Roberto no lo lograría, el enemigo le dio cinco oportunidades más. En todas lo venció.
Una tarde de lluvia Roberto se refugió en una caverna, triste y sin esperanza. Entonces, sobre su cabeza vio a una araña muy pequeña que trataba de tejer su tela entre dos paredes. En seis ocasiones intentó tender el hilo de un extremo a otro, pero no lo logró. “Pobre animalillo” pensó el rey “tú sabes lo que son seis derrotas seguidas”. Pero entonces notó que la araña lo estaba intentando de nuevo y observó con gran interés lo que ocurría. “¿Volverá a fallar?” se preguntó. Pero en la séptima ocasión la araña consiguió su objetivo y siguió tejiendo. Inspirado por ese hecho pensó: “Si ella lo hizo ¿por qué no pruebo una vez más?”
Con ánimo renovado fue en busca del monarca inglés y le pidió una última oportunidad. —Si en esta ocasión pierdo, me iré para siempre a las montañas —le informó.—Pobre ingenuo. Te la daré para mostrarte que las tierras no son para ti —respondió, confiado, el contrincante. En la séptima carrera Roberto puso todo su entusiasmo. Su caballo parecía compartirlo con él. Uno y otro dieron lo mejor que tenían de sí hasta casi perder el aliento.
Para sorpresa de todos, fueron los primeros en llegar a la meta. El rey de Inglaterra admiró la perseverancia del contrincante. Como hombre de honor que era, poco después reconoció la independencia de Escocia. Hasta la fecha quienes viven allí recuerdan a la esforzada araña que inspiró la última carrera.
Hoy te sugerimos que veas este vídeo. Hay muchas personas que se superan día a día y llenan su vida de amigos, alegría y amor.
Hoy día oímos hablar mucho del esfuerzo, de la necesidad de esforzarse para conseguir algo en la vida.
Sin embargo, la sociedad del bienestar y el consumo nos está vendiendo la idea contraria a la necesidad de esfuerzo.Parece que la comodidad y el confort se pueden alcanzar sin trabajo e incluso que estén reñidos con él. Esta idea supone un coste que afecta de forma especial a los niños y jóvenes. Observamos que los niños presentan una incapacidad alarmante (a nuestro juicio) para soportar esfuerzos. Incapacidad que supone consecuencias muy negativas para la persona como sentimientos de impotencia y conformismo, la no valoración de las cosas y, consecuentemente, la incapacidad de disfrutar de ellas y la falta de entusiasmo.
VALOR DEL ESFUERZO, la necesidad de una fuerza de voluntad fuerte.
Estos factores pueden desembocar en conductas de riesgo como el consumo de sustancias asociadas a la obtención de placer fácil o bien para poder soportar el esfuerzo que supone la realización de determinadas actividades: ir de marcha sin cansarse, comer sin engordar, etc.
Una tarea urgente para hacer de los niños personas que sepan afrontar las dificultades, consiste en enseñarles el
Entre los 7 y los 12 años (periodo conocido como preadolescencia) los niños se encuentran en un momento decisivo de su vida. Es la etapa en la que hay que comenzar a desarrollar las principales virtudes. Es el momento de educarles en la generosidad, ayudarles a ser trabajadores, sinceros...
Y, por supuesto, es cuando se da el pistoletazo de salida para crear en ellos la capacidad de esfuerzo.
Hay que luchar y evitar la formación de una personalidad débil, caprichosa e inconstante, propia de personas incapaces de ponerse metas concretas y cumplirlas. Al no haber luchado ni haberse esforzado a menudo en cosas pequeñas, tienen el peligro de convertirse en no aptos para cualquier tarea seria y ardua en el futuro. Y, la vida está llena de este tipo de tareas.
La respuestaestá en ofrecer siempre ayuda, cada día más, para adquirir unas capacidades muy importantes para poder enfrentarse a la vida: la voluntad para la lucha, la capacidad de sacrificio y el afán de superación.
Si no se consiguen, se cae en la mediocridad, el desorden, la dejadez... Por eso, no es de extrañar que hayan llamado a la fuerza de voluntad la facultad de la victoria.
Para los padres
Para poder inculcar en sus hijos el valor del esfuerzo y una educación basada en el mismo, es necesario tener en cuenta estos:
Criterios para fomentar en los niños el valor del esfuerzo:
- El ejemplo por parte de los adultos tiene una gran importancia, especialmente el de los padres.
- Los chicos necesitan motivos valiosos por los que valga la pena esforzarse y contrariar los gustos cuando sea necesario. Hay que presentar el esfuerzo como algo positivo y necesario para conseguir la meta propuesta: lo natural es esforzarse, la vida es lucha.
- Es necesaria cierta exigencia por parte de los adultos. Con los años, es lo deseable, se transformará en autoexigencia.
- Hay que plantear metas a corto plazo, concretas, diarias, que los adultos puedan controlar facilmente: ponerse a estudiar a una hora fija, dejar la ropa doblada por la noche, acabar lo que se comienza, etc...
- Las tareas que se propongan a los niños han de suponer cierto esfuerzo, adaptado a las posibilidades de cada uno. Que los chicos se ganen lo que quieren conseguir.
- Las tareas tendrán una dificultad graduada y progresiva, según vayan madurando. Conseguir metas difíciles por sí mismos, gracias al propio esfuerzo, les hace sentirse útiles, contentos y seguros.
- Muchas veces el fracaso será más eficaz que el éxito, en la búsqueda de una voluntad fuerte.
Y es que a nuestro entender, son dos los conceptos claves para la promoción del esfuerzo: voluntad y motivación.
Para los niños, Algunas recomendaciones:
Tal vez no te has dado cuenta, pero tus actividades de cada día son un catálogo de distintos esfuerzos. El primero es despertar a la hora necesaria y prepararte para acudir a la escuela. Una vez en ella prestas atención a las palabras de tu profesor y llevas a cabo lo que te indica.
Regresar caminando a casa, o pasar un rato dentro de un transporte incómodo también exigen tu disposición y empeño. Una vez en la casa los desafíos continúan: completar la tarea que te dejaron, ayudar a tus padres o hermanos, ordenar tus cosas.
En cada una de esas acciones estás demostrando tu deseo de ser mejor cada día.
EL ESFUERZO Y TÚ
¿Cómo avanzar con pasos más firmes en ese proyecto de superación? Hay varias estrategias clave. Una de ellas es la perseverancia, que consiste en sostener tu esfuerzo todo el tiempo, sin importar que a veces las cosas no salgan como esperas ni el cansancio que experimentes.
También te ayuda la disciplina, o capacidad de conservar claras tus metas y organizar mejor tus esfuerzos para que te lleven hasta el fin que buscas, como un triunfo deportivo o una buena nota en tu trabajo.
El conjunto se completa con la laboriosidad, tu dedicación a las tareas que te corresponden con cariño, tiempo y entrega. A veces lo más difícil es comenzar, pero cuando pasa el tiempo y alcanzas a ver los frutos del esfuerzo (tu éxito en la escuela, en la práctica de un deporte o el bienestar de tu familia) verás que cada acción trae una recompensa: tu desarrollo como persona.
Una persona incapaz de esforzarse jamás logra realizar sus sueños y vive sujeta a aquello que la vida le da.
Corre el riesgo de llevar una existencia de carencias y limitaciones en todos los aspectos.
Un cuento para PENSAR:
¡¡¡Qué alguien mueva esa sandía!!!
En la Gran Bañera del Bosque vivían cientos de pequeños insectos y bichitos. Era una simple bañera abandonada, pero resultaba un lugar perfecto para vivir, donde solo había que tener cuidado con el desagüe de la bañera para que no quedara obstruido y una lluvia inoportuna los hiciera morir ahogados. Por eso los forzudos escarabajos eran los encargados de vigilar el desagüe.
Pero una mañana, el desagüe amaneció taponado por una enorme sandía ¡Qué tragedia! Era una fruta tan grande que ni el escarabajo más grande, ni los cinco escarabajos más grandes, ni siquiera todos los escarabajos juntos, pudieron apartarla de allí.
Los insectos más fuertes pusieron toda su energía en la tarea, pero no consiguieron nada. Los más listos aplicaron su inteligencia a encontrar soluciones, y tampoco tuvieron éxito. Finalmente, los más sabios comenzaron a organizar la huida.
Y en medio de tantas penas, una ridícula hormiga extranjera se atrevió a decir que si le dejaban llevarse la sandía ¡Qué graciosilla!
Hicieron falta muchos insectos para calmar a los escarabajos e impedir que aplastaran a la chistosa hormiguita. Pero resultó que la hormiga no estaba bromeando, porque al final del día apareció acompañada por miles y miles de compañeras. Y en perfecto orden, cada una se acercó a la sandía, mordió su trocito, y se lo llevó por donde había venido.
- ¡Pero si así no avanzáis nada! - le dijo un saltamontes a una hormiga que paró un segundo a descansar -. La sandía está igual ahora que antes de tomaras tu trocito.
- ¿Segurrrro? Humm...- respondió con un extraño acento, como si nunca lo hubiera pensado. Y, sin darle más importancia, retomó su marcha.
Pero algo debió hacer aquel trocito, porque solo unos días después no quedaba ni rastro de la gran sandía. Y desde entonces, muchas de las tareas más pesadas en la Gran Bañera se convirtieron en pequeñas, diminutas tareas, que se hacían mejor poquito a poco.
Una de las más sorprendentes facultades de los seres
humanos (y de nuestros parientes cercanos, los mamíferos) es la
posibilidad de comunicarse y darse a entender. Para ello contamos con
distintos recursos como nuestro idioma (lenguaje verbal), pero también con el
lenguaje no verbal (gestos y expresiones corporales). Estos recursos nos
permiten manifestar nuestras ideas, deseos e intenciones y conocer los de los
demás. Sin embargo, no siempre hacemos el mejor uso de ellos. Las
conversaciones pueden volverse superficiales y un poco tontas, como si fueran
puro ruido. No escuchamos con atención a los demás y a veces tememos decir lo
que sentimos. El valor del diálogo consiste en pensar con inteligencia y
cuidado lo que vamos a decir, en abordar temas importantes para nuestra vida,
escuchar atentamente a los otros y hacernos oír por los demás. Las metas más
importantes del diálogo son la paz, la concordia, la comprensión y la solución
de conflictos.
El extremo opuesto
La actitud
contraria al diálogo es la incomunicación. Ésta provoca una sensación de
aislamiento en las personas porque no pueden compartir con los demás lo que
sienten o necesitan. Por otra parte, impide que las gentes se conozcan tal y
como son, por lo que viven en una permanente soledad. La incomunicación impide
realizar proyectos comunes y resolver conflictos. En los casos más graves
genera tensiones que, con el tiempo, pueden tener serias consecuencias que van
desde el divorcio (cuando los miembros de una pareja no se comprenden), hasta
una guerra (cuando una nación no escucha las razones de otra).
Para la vida diaria
1. Usa el diálogo para solucionar dificultades de todos
los tamaños. Cuando tengas un problema o necesites tomar una decisión
primero piensa y después dialoga. Si tu problema es con otra persona invítala a
conversar y encuentra una base común sobre la que pueden ponerse de acuerdo. Si
tu dificultad es con respecto a una situación o conflicto individual solicita
la opinión de un amigo de confianza e intercambia ideas con él. Prefiere
siempre a los más inteligentes y mejor informados.
2. Usa el diálogo para elaborar propuestas creativas.
No sólo es un recurso para remediar problemas, sino también para iniciar
nuevas empresas. Trata de planear actividades en equipo, explícales a las
personas participantes tu propia visión y escucha la visión que tienen ellas.
Traten de conseguir planes o conclusiones con los que todos se sientan
satisfechos y representados.
3. Haz que la gente hable. Promueve el diálogo en los
espacios donde se desarrolla tu vida. El principal de ellos es el hogar.
Existen “familias silenciosas” en las que todos guardan para sí sus enojos,
ilusiones, planes o problemas; ello genera una peligrosa presión. Invita a tus
familiares a expresarse libremente como una práctica habitual. Fijen una cita
semanal para hacerlo.
¿Ya lo pensaste?
Una conversación común es espontánea
y no requiere mayores estrategias. Un diálogo formal que busca construir
soluciones tiene mayores requisitos. El profesor Pedro de los Ángeles plantea
estas reglas:
1) Fíjate en lo que quiere el otro. Distingue su
intención y evalúa su interés.
2) Deja hablar al otro. Escúchalo con atención, no lo
contradigas, reconoce sus verdades y hazle preguntas.
3) Pídele que te demuestre lo que está diciendo.
4) Hablen del tema preciso. No se distraigan tratando
otros asuntos.
5) Comparte estas reglas con la otra persona para que
las siga contigo.
6) Si llevan mucho tiempo dialogando y no llegan a un
acuerdo, esperen un poco e intenten de nuevo. Recuerda: no se valen groserías,
gritos o manotazos.
Para entender el diálogo
Los especialistas en zoología han descubierto que los
animales cuentan con formas especiales de comunicarse. Los prodigiosos delfines
emiten sonidos especiales que viajan por el agua y transmiten datos sobre su
ubicación y eventuales peligros. Sin embargo, ninguna especie cuenta con un
lenguaje tan amplio y desarrollado como el género humano que dispone de miles
de palabras y estructuras gramaticales para intercambiar información, expresar
estados de ánimo y crear poemas de sonido musical, entre muchas otras opciones.
La más elevada y valiosa de ellas es el diálogo: la conversación para construir
acuerdos, resolver conflictos y relatar experiencias. No importa qué problema
tengas, la comunicación con las personas adecuadas siempre te ayudará a
resolverlos. Nunca te quedes callado, pero recuerda que el diálogo también
tiene reglas: usar un tono correcto, respetar a la otra persona y pensar lo que
vas a decir. Aprende a escuchar a los demás, considera lo que dicen y admite
sus opiniones cuando te parezcan razonables. Si descubres que algo que
afirmaste es incorrecto, acéptalo con valor y humildad.
Un mensaje para los padres
Que los
hijos hablen
Los padres de hoy enfrentan diversas preocupaciones en
relación con sus hijos. Sin embargo, varios de los problemas que éstos sufren
les pasan inadvertidos por falta de comunicación. Entre ellos pueden
mencionarse asuntos tan serios como la adicción a drogas, la violencia escolar,
el abuso o trastornos de autoestima. La aproximación común en forma de
interrogatorio solemne suele ser improductiva. La mejor manera de detectar y
prevenir estos conflictos y fortalecer el vínculo familiar es una conversación
abierta y constante: permitir que los chicos hablen como una costumbre
cotidiana, oír con paciencia sus experiencias, temores e ilusiones y ofrecer
respuestas a sus preguntas. Hay que evitar el tono de juicio que sólo inhibe
sus expresiones y rompen la confianza.
Problemas reales, soluciones de valor
Alto a
los chismes
La palabra “chisme” es tan común en nuestra vida diaria
que ni siquiera nos fijamos en ella ni reconocemos su poder destructor. Un
chisme es una murmuración, la difusión de un rumor o noticia falsos que tienen
por objeto perjudicar a una persona y dañar su prestigio. En otro sentido,
buscan deteriorar las relaciones humanas provocando enfrentamientos y
divisiones que pueden tener consecuencias negativas. De esta manera, los
chismes representan el extremo contrario de un diálogo frontal, sincero y
abierto entre amigos y familiares. Por los grandes perjuicios que pueden
provocar hay que combatirlos de todas las formas posibles. Si una persona te
desagrada, simplemente evita hablar de ella. Si alguien se acerca a ti para
hablar mal de una tercera persona, no lo escuches. Si sabes que tú eres objeto
de un chisme, busca a las personas responsables y conversa con ellas para
quejarte de su acción.
Un mensaje para los maestros
Impulsar
la comunicación
Como docente usted es responsable de fomentar una de las
habilidades más importantes para el futuro de sus alumnos: la comunicación.
Independientemente de la materia o materias que usted imparta, haga del uso del
lenguaje un eje transversal del proceso educativo, mediante prácticas como el
debate, la oratoria, la conversación y los juegos de palabras. Tenga siempre
presente la dimensión escrita, pero enfatice especialmente la dimensión oral
pues ésta permitirá a los alumnos cobrar mayor seguridad en sí mismos, expresar
sus inquietudes a la familia y abrirse oportunidades profesionales. De ser
posible, de vez en vez las tareas y los exámenes deberán presentarse en forma
oral. Si en el aula algún chico tartamudea, tiene problemas de dicción o
dislexia, hable con su familia y refiéralos con un terapeuta del lenguaje.
Un cuento para reflexionar:
Tigre negro, venado blanco
Un fabuloso tigre negro que habitaba la selva del Amazonas
estaba cansado de dormir a la intemperie. Pensaba casarse muy pronto y, para
casarse, hay que tener una casa. Por eso decidió construir una choza con todas
las comodidades, a la orilla de un río. Pero no era el único que planeaba
construir en ese lugar… Un delicado venado blanco tenía idénticos propósitos,
ignorante de que por allí andaba una de sus mayores amenazas.
Una mañana, antes de que saliera el sol, el venado comenzó a
preparar el terreno para construir y salió de paseo. En ese momento llegó el
tigre, quien se sorprendió al ver que la superficie estaba lista y despejada
para fincar. “Con seguridad Tulpa, el misterioso dios de la selva, ha venido a
ayudarme”, pensó, y comenzó a trabajar con unos troncos que ya estaban
cortados. Horas después, ya exhausto, se alejó de allí para descansar.
Al amanecer siguiente llegó de nuevo el venado y al hallar tan
avanzada la obra también creyó que el enigmático Tulpa le había prestado ayuda.
Le puso techo a la choza, la separó en dos habitaciones, y se puso a vivir en
una de ellas. Por su parte, el tigre negro llegó más tarde y al ver la choza
terminada, se instaló en la habitación situada junto al dormitorio del venado. Así
transcurrió la noche. Ambos despertaron con sed y, al dirigirse al río para
beber, se encontraron frente a frente y comprendieron lo que había ocurrido.
“Bueno”, dijo el venado, “esto ocurrió porque Tulpa quiere que
vivamos juntos, ¡qué raro! ¿verdad? Y como todavía somos solteros podemos
compartir esta choza ¿qué te parece?”. El tigre respondió: “Está bueno. Podemos
dividirnos las tareas. Hoy a mí me toca ir por la comida.” El tigre salió de
cacería y regresó cargando ¡el cuerpo de un venado rojo! Al entregárselo al
venado blanco éste lo preparó, pero no probó bocado y aquella noche no durmió
pensando en que el tigre podría devorarlo.
Al día
siguiente tocó al venado salir a buscar la comida. Halló un tigre más grande
que su compañero y, con la ayuda del oso hormiguero, lo capturó y lo llevó a
casa. “Mira”, le dijo al tigre negro, “aquí está la comida”. El tigre negro
cocinó la carne, pero no la probó. Cuando oscureció tanto el tigre como el
venado temblaban pensando en el ataque del vecino. Accidentalmente el venado
golpeó la pared de su cuarto. El tigre reaccionó con un rugido. Ambos creyeron
que la guerra había comenzado y salieron huyendo. La choza quedó abandonada y
fue ocupada por un grupo de monos.
En la noche, otra vez a la intemperie, el tigre negro pensaba
“¡Tan sencillo que hubiera sido conversar y ponernos de acuerdo, ahora que yo
estaba pensando volverme vegetariano!” El venado blanco, vagando bajo la lluvia
también reflexionaba: “extraño al tigre. Hubiera sido increíble vivir juntos y
reunir a nuestras familias… Ahora tendremos que empezar de cero”.
—Adaptación de la leyenda guaraní del mismo nombre incluida por
Ciro Alegría